"Los microbios que se encuentran en las enfermedades no son su causa, pero son producidos por el terreno desequilibrado del paciente."
He aquí un ejemplo de una de las muchas observaciones que hizo Antoine Béchamp:
Un invierno, observó al microscopio una planta suculenta, parte de la cual se había congelado. ¿Qué es lo que vio?
En la parte congelada: bacterias
En la parte sana: granulaciones (visibles a 700 aumentos)
En la parte intermedia: etapas de formación de bacterias a partir de las granulaciones.
Por supuesto, reprodujo esta observación en el laboratorio, como de costumbre muy rigurosamente, variando algunos parámetros.
La planta estaba enferma: solo la causa de la enfermedad no eran las bacterias, sino el frío, que había cambiado las condiciones del medio ambiente (= suelo), las bacterias eran sólo una consecuencia. O, mejor dicho, una defensa.
Eran las mismas granulaciones que había encontrado en todos los organismos, de las que había estudiado todas sus variantes según los órganos, glándulas, humores ...; y esta granulación, a la que llamó microzima, es vital y tiene un papel preponderante en la organización[1] de los seres vivos.
Este libro (de más de 1.000 páginas) presenta 14 conferencias impartidas por Béchamp a estudiantes de medicina de la época (2ª mitad del siglo XIX).
Permite completar y profundizar en el tema.
Está disponible en Internet en su idioma original[1] en francés, en el sitio de la Biblioteca Nacional de Francia.
Para facilitar un primer acercamiento, he hecho un resumen condensado en forma de extractos.
Puede descargar ("télécharger") la traducción en español de este resumen condensado a continuación:
Estamos formados por pequeñas entidades, fermentos muy pequeños, los "Microzymas", que nos construyen, están en el origen y en el final de cualquier organismo vivo. Estas pequeñas entidades son únicas para nosotros y, por desgracia, se confunden con microbios peligrosos cuando en realidad son "nosotros". Los científicos no han entendido qué vive en nosotros, qué nos hace vivir, qué nos anima... Los microbios que se encuentran en nuestras enfermedades no son la causa. Son estas pequeñas entidades las que se confunden con nuestros enemigos. Los que se encuentran en el aire son restos de organismos animales y vegetales vivos y son inofensivos. Los científicos han sido conducidos por el camino equivocado y son incapaces de dar un paso atrás y cuestionar los falsos dogmas en los que se basan. ¿Cuándo comenzó el error? Tenemos que entender cuáles son los principios de Pasteur en los que se basa la ciencia: Louis Pasteur afirmaba que los animales eran "asépticos", mientras que sus experimentos, protegidos de los gérmenes del aire, mostraban la aparición de bacterias en el corazón de la carne (por ejemplo). |
Los recientes descubrimientos no sólo no contradicen, sino que apoyan los trabajos sobre microzimas.
Sólo las interpretaciones basadas en el dogma impiden a los científicos tomar la distancia necesaria.
El descubrimiento de un microbioma interno en entornos considerados "estériles" desde Pasteur debería haber cuestionado los fundamentos de la ciencia. En efecto, se acepta que los "microbios" que
se encuentran en nuestros organismos son extranjeros; en ningún momento se contempla que sean propios. Sin embargo, ¿sabe que los genes microbianos, bacterianos y virales, cuando se analizan en
su totalidad, nunca son iguales de un individuo a otro?
Según Antoine Béchamp:
"No todas las granulaciones moleculares son microzimas, pero todas las microzimas son granulaciones moleculares".
"Si les prestamos atención < las granulaciones >, encontramos invariablemente que se presentan con un centro brillante, dotado de cierta movilidad, una especie de movimiento trepidante,
de ir y venir. Este punto brillante, en una determinada posición, aparece como un punto negro, pero cuando está enfocado, se tiene la idea de una esfera cuyo centro es brillante
con un contorno oscuro. La mayoría de estas granulaciones tienen menos de una milésima de milímetro de diámetro, pero hay algunas que apenas superan el medio milímetro..."
Nuevas técnicas permiten observar granulaciones vivas con un centro oscuro en una célula madre (vídeo adjunto)
Antoine Béchamp explica que las microzimas están al principio y al final de todos los organismos vivos. Esto incluye a las bacterias, de las que se originan dependiendo del ENTORNO -
"Todo depende del entorno". Así, cuando el entorno lo permite, las bacterias se forman por etapas a partir de unos pocos gránulos que se
agrupan.
Pues bien, mira este breve vídeo reciente
sobre la acción de una enzima fágica sobre las bacterias.
Observa la "destrucción" de la bacteria tras el cambio de entorno provocado por la enzima: ¿no es más bien una de-construcción? Observa los gránulos resultantes: ¿no podrían ser las microzimas
que crearon las bacterias? ¿Podrían estos gránulos, al ser colocados en un entorno favorable, reconstruir estas bacterias, u otras, o células... todo dependiendo del entorno?
El concepto de gen era desconocido en el siglo XIX.
Esta publicación científica de 2012 muestra el autoensamblaje del ADN a partir de granulaciones en la yema: el ADN del individuo, que es diferente al de sus padres, debe, en efecto, estructurarse
al principio de la formación del embrión.
"Autoensamblaje de ADN a partir de granulaciones en la yema".
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